sabato 21 febbraio 2009

a mi madre



Te fuiste de mi lado.
En silencio fue tu partida.
Mi corazón se ha desangrado
por tan súbita despedida.

Tu espíritu luchador
a la vida se aferraba.
Más Dios, desesperado,
a su lado te llamaba.

En ángel te has convertido.
Velando por nosotros estás.
Aguardando que se cumpla la cita
de reunirnos en la eternidad.

Sin embargo, me parece tan lejos...
Quisiera ahora poderte abrazar.
Te busco, te llamo. No te encuentro.
Dime... ¿Cómo me he de consolar?

Tu amor incalculable
mis faltas por alto pasó.
Porque el querer de una madre,
ese, no tiene comparación.

Sé que en el cielo habitas.
Al lado de Dios has de estar.
Aguardaré paciente el día
en que nos volvamos a encontrar.

Entonces será para siempre.
Nada ni nadie nos podrá separar.
No temeré cuando llegue mi momento
pues tu presencia me confortará.

Me esforzaré por ganar el cielo
para no perderte nunca más.
Mientras tanto, guía mis pasos.
Ilumina mi senda, enséñame el camino.

Que tu presencia me rodee siempre
hasta que se cumpla mi destino.

2 commenti:

  1. una vez me dijeron que una madre nunca muere para los hijos....y como que me parece que es verdad ,que guapo escribes ....eso si que nos esperen muchos años ,date cuenta que ahora somos nosotres les madres ,besossss

    RispondiElimina
  2. Yo me crié con mi abuela y sentí mucho su pérdida. Siempre me pregunté si cuando mi madre falte, la sentiré dl mismo modo,ya que por una serie de circunstancias viví muy poco tiempo con ella y no me parece que me inspire el mismo sentimiento tuve por mi abuela.
    Pero lo cierto es que,en la medida que ambas vamos cumpliendo años, nos vamos acercando más a pesar de la no convivencia, o tal vez por eso.Y voy sintiendo que la echaré mucho de menos el día que no esté.Este texto tuyo refleja tiernamente el amor que por ella sentías.Debes felicitarte por haber sentido así.Saludinos

    RispondiElimina

Dime, dime..!!