Madrugaba el conde Olinos
mañanitas de S. juan
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar
las aves que iban volando
se paraban a escuchar.
Desde las torres mas altas
la reina le oyò cantar
mira hija como canta
la sirenita del mar.
No es la sirenita madre
que esa tiene otro cantar
es la voz del conde Olivos
que por mì penando està.
Si es la voz del conde olivos
yo le mandarà matar
que para casar contigo
le falta sangre real.
No le mande matar madre
no le mande usted matar
que si mata al conde olivos
a mi la muerte me da.
La infantina con gran pena
no cesaba de llorar
èl muriò a la media noche
y ella a los gallos cantar.
((((este cantar nos entretenìa durante las clases de COSTURA en la niñez..))))